lunes, 17 de octubre de 2011

Thunder Road, 1975.

Una armónica y una guitarra. Una maleta con un solo diario y una camisa a cuadros vieja. Un sombrero de paja y unas botas de motero.
Un largo camino y una única oportunidad.
Su banda sonora, la canción más bella del mundo: Thunder Road, Springsteen.
Sus lágrimas, recuerdos de un pasado lejano.
Como único sentimiento un salvaje inconformismo y una loca y dulce incertidumbre. Sólo eso.
Promesas rotas, sueños olvidados, fantasmas que huyen y una cara joven y cansada.
Poco de comer y mucha hambre; poco de beber y demasiada sed.

"Así que sube, Mary. Esta ciudad está llena de perdedores y yo me largo de aquí para ganar"
                                                                             Bruce Springsteen, 1975.


"Con mi pocos años de existencia pocos consejos puedo dar. Pero te daré uno, el único del que estoy segura y que te puede ayudar: Huye, cuánto más lejos, mejor. Que nadie dirija tu vida, conduce tu moto, elige tu carretera."

3 comentarios:

Someone to hear your prayers, someone who cares. dijo...

¿Se me permite decir que esta entrada es diosal y que pienso igual?

Big hug<3

Elisa Sestayo dijo...

Se te permite encantada ;P
Me alegra que te guste,
A kiss<3

Para brillar, primero hay que ensuciarse dijo...

Boah es perfecto! Jajaja, me encanta :)