miércoles, 3 de julio de 2013

Álzate conmigo.

Nos alzaremos. Volaremos y en nuestros brazos encontraremos la razón por la cual estamos aquí. Surcaremos el cielo en busca de versos hechizados e inyectados en amor que curen nuestras ganas de vivir otra realidad. Encontraremos, entonces, esas palabras que nos salvarán la vida de nuevo, como aquella noche en la que fuimos eternos. Y, entonces, merecerán la pena todos los "siempre" y la magia invertida en ellos para que se convirtieran en promesas. Y, entonces, no nos sentiremos unos monstruos en un mundo de buenos, como siempre nos hicieron creer.
Ven, álzate conmigo, tú que no te encuentras entre tantas risas y tardes soleadas. Ven, álzate conmigo y demuéstrales la belleza que posee una lágrima. Ven, rápido, álzate conmigo y suspira en mis oídos, recorre con tus labios mi piel, acaricia mi pelo y agarra mis manos con ternura. No permitas que me sienta tan sola de nuevo, no permitas que estas inseguridades y gotas de lluvia calen tan profundo en mí como ayer hicieron.
Cúrame todas las despedidas, los compromisos imposibles y las madrugadas entre pensamientos grises. Cúrame las ganas de huir y de vivir en un mundo diferente, las ganas de embarcarme en una aventura mágica lejos de la mediocridad y comodidad a la que nos vemos sometidos. Cúrame todo, incluso aquellas heridas que no puedo ver y álzate conmigo. ¡Álzate conmigo y lucha contra todo lo que te hizo llorar y lo que te produce ese resquemor tan doloroso! ¡Álzate conmigo porque algún día estaremos lejos, volaremos alto y reiremos como ahora ellos ríen! Álzate conmigo, hazlo ahora y olvida que algún día fuimos como ellos.

Nos alzaremos. Volaremos. Álzate conmigo.


"-¿Ah, sí? ¿Y qué es lo que comprendió?-preguntó el humano.
-Que sólo vuela el que se atreve a hacerlo-maulló Zorbas.
[...]"
Luis Sepúlveda, Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que alegría volver a entrar en tu blog.