sábado, 30 de abril de 2011

Soledad.

Hace frío. Estoy sola, no hay nadie, sólo se oye el latido de mi corazón y las hojas secas que voy pisando en cada avance hacia ningún sitio.
Miro hacia arriba, no distingo a ver nada más que algunas ramas de árboles desnudos y trozos de gris cielo, bajo de nuevo la cabeza. 
Observo con detenimiento cada rincón de este triste sendero, en el suelo se acumulan trozos de vida rotos, lágrimas heladas y suspiros guardados en cáscaras de nuez. Oigo el palapitar lento de los árboles, el murmullo de sus extremidades cuando el viento acompasa sus sollozos. Escucho con atención el grito agónico de un pájaro que no se atreve a volar, que no desea abandonar su nido. La lluvia comienza su danza, gotas frías manchan el camino y dificultan el retroceso.
Nos encontramos en una espiral de memorias, el pájaro, las lágrimas, los suspiros y el cada vez más lento palpitar de mi corazón.
La soledad está presente. La soledad no me abandonará.

miércoles, 27 de abril de 2011

Ácida penumbra.

Tirada en la cama contemplo el techo en penumbra. Miles de recuerdos obstruyen mi mente, van pasando como diapositivas a toda velocidad, son fragmentos borrosos de un pasado nublado, de un cielo gris y de una noche violeta.
Distingo rostros de gente antes querida y ahora olvidada, detestada. Sonrisas hipócritas, melancólicas, faltas de atención. Risas escandalosas y forzadas. Llantos frustrados y gritados.
Mis ojos se inundan en lágrimas ácidas que ruedan por mis mejillas.
Cierro los ojos e intento olvidar.

martes, 26 de abril de 2011

Menta & Tabaco.

Le ve llegar a lo lejos, sus mejillas se colorean y su corazón late con fuerza dentro de su pecho. Piensa que no podrá, no será capaz de decírselo. Está nerviosa, le sudan las manos, pero no, no se puedo rendir, no ahora.
Se acerca, ¡Oh, Dios!¿Cómo puede estar tan guapo?- piensa.
No, no se puede distraer ahora, se lo dirá sí o sí.
Se arregla el pelo y coloca bien visible su carpeta. Ya está muy cerca, sus ojos miran al frente, no la ve. No pasa nada. Ya ha pasado por ésto antes. Se acerca a él e intenta sonreir. Llega su momento, abre la boca pero él pasa delante de suyo, indiferente, impasible... Y ese adorable olor a menta y tabaco la traiciona, una vez más.

domingo, 24 de abril de 2011

Fotografías tuyas.

Hoy me he encontrado, en un bolsillo de mi olvidada cartera tus fotografías. Me he encontrado con un montón de bellos recuerdos olvidados y muertos, con un montón de recuerdos de un pasado mejor.
Me he quedado mirando tus ojos oscuros y recordé cómo me miraron aquella vez. Miré con deseo tus labios y no pude evitar pensar que jamás fueron besados por los míos. Me apeteció acariciar tu mejilla, y lo hice, pero sólo toqué papel húmedo de antiguas lágrimas derramadas.
Quise hoy poder encontrarme contigo como lo hacía cada mañana, quise hoy que tu sonrisa me encendiese las mejillas de nuevo pero sólo pude recostarme en el cojín y recordar cómo te amaba y cómo te echo de menos.

Día triste.

Hoy es un día triste, no, no me preguntes por qué. No quiero hablar de eso ahora.
Sólo sé que hoy es un día triste, quizás se deba a que él no está, quizás a este blanco cielo o quizás a que, nadie me ha preguntado cómo estoy hoy.
Hoy es un día triste, lo sé, en el fondo de mi corazón hay una niña que llora. Hoy es un día triste, lo siento, no quiero hablar de eso ahora.

sábado, 23 de abril de 2011

Las hojas de los árboles.

Quisiera que supieras que las hojas de los árboles ya se han caído.
Quisiera que supieras que el viento sopla hoy, como ayer.
Quisiera que supieras que el mar sigue su ritmo, que sigue mojando la arena y trayendo brisa fresca.
Quisiera que supieras que nada ha cambiado, todo es tan frío y solitario, tan hermoso y extraño como ayer.
Quisiera que supieras que las hojas de los árboles ya se han caído...
                                                                                                                                                          

martes, 19 de abril de 2011

Nostalgia.


"El tiempo ya ha pasado"comentaste
"Antes éramos jóvenes e ingenuos"seguiste"Ahora ya soy mayor para andarme con tonterías" y sonreíste con melancolía.
Decías que habíamos crecido y cambiado, que éramos ¿diferentes?
Llovía con fuerza mientras reías con tristeza.
"¡Qué recuerdos!" y suspiraste.
Recordábamos aquellas mañanas bajo la luz de las farolas, aquellas frías mañanas mirándonos el uno al otro.
"¡Qué tiempos aquellos!" y volviste a reír tristemente.
Yo te observaba desde mi posición y reía también.
"Él era aquel que me robaba el sueño" pensé y reí con más fuerza y pena mientras oscurecía.
Había llegado el frío entre risa y risa, entre recuerdo y recuerdo y con él la luna que nos alumbraba.
"¿Por qué no dejamos que ocurriera?" preguntaste.
"Tan sólo tu mirada lo sabe" contesté.
"¿Por qué no pudimos decirlo aquel día?" volviste a preguntar.
"Tan sólo tu sonrisa conoce la respuesta" contesté mirándote a los ojos.
"¿Por qué jamás te olvido?" sollozaste.
Aquella vez sólo sonreí y con lentitud me alejé de ti.

lunes, 18 de abril de 2011

No me busques.

Y con el viento revolviendo mis cabellos, huiré. Y no me busques en ese banco solitario cercano al río de tus lágrimas. Y no me busques en ningún lugar, no me encontrarás.

domingo, 17 de abril de 2011

Extraña atracción.

Todo comenzó un bonito día de invierno, un oscuro y bello día de febrero.
Lo que primero fue una mirada descarada se convirtió en una sensual y provocadora sonrisa. Todos los días a la misma hora, una mirada, un saludo o un guiño...
Aquello que empezó como un juego, un juego de niños, acabó convirtiéndose en obsesión, todas las mañanas a la misma hora. No podía faltar uno de sus versos acalorados en mi diario, no me podría cerrar los ojos sin ver sus movimientos
Febrero dio paso a Marzo y con él llegó la primavera y empezaron a llegar cartas a mi buzón de amores bonitos e imposibles, de amores blancos y negros, de amores rotos y soñados.
Y lo que empezó como un juego y siguió como una obsesión, se convirtió en un dolor que rompe mi corazón en este abril sin cartas, sin amor.

Reina de la Noche.

Y baila y baila... Y gira y gira en la oscuridad...
La llaman Reina de la Noche, nadie se acerca a ella, la gente la contempla desde la distancia, mientras da vueltas al son de la fantasmal melodía, es como una sombra, una bella silueta vestida con negra tela que mueve sus brazos y que no para, y que no para jamás de bailar.
La noche hace de ella un espectro de rojos labios y sedoso cabello negro que ondula con libertad por sus desnudos hombros.
¿Ya os he dicho que nadie se acerca a ella? Es demasiado bella y solitaria, ella quisiera estar acompañada de gente viva y joven, pero en lugar de eso la acompañan los fantasmas.
Fantasmas de un pasado tan bello como irreal.

Recuerdo.

Nada es cierto, nada hoy es real.
Recuerdo haber oído, haber oído tu voz.
Recuerdo haber sentido, haber sentido el tacto de tu mano.
Recuerdo haber visto, haber visto mi reflejo en tus pupilas de brillante azabache.
Quizás tú también hayas tenido esa sensación antes, esa extraña sensación al contemplar cómo cae una estrella de la bóveda nocturna.
Quizás, amigo, hayas podido averiguar que me encuentro en un solitario túnel, sentada en una vía de tren.
Contemplo una rosa nacer en la palma de mi mano y aunque te parezca sorprendente, amigo, no es eso lo que me asombra en un día como hoy, sino que...
Sino que aún sigo recordando haber oído, sentido y visto tu voz, tu mano y mi reflejo en dos ojos hambrientos.