viernes, 30 de septiembre de 2011

A Strange Day.

Estúpidos. Estúpidos los que intentan trasladar su experiencia, su absurda e insulsa experiencia a mi vida.
Sé que no es fácil, sé que no llegaré mañana. No creo que la suerte me ayude pero no lo intentes.
No intentes que me crea que no lo lograré. ¿Quieres que pierda la esperanza antes incluso de empezar?
¡Qué absurda es la sociedad! Materialista, superficial, llena de temores y asquerosamente vacía.
Intenta robarnos la personalidad, nos intenta arrancar el "yo" que todos llevamos dentro. ¡Manipuladores!
Asquerosos estúpidos que nos esconden la verdad tras bonitos y coloridos carteles de sonrisas falsas.
Y sí, sé que no es un camino llano. Pero sé que llegaré. Y es más, sé que llegaré viva, con una llama encendida en mis ojos.
Porque nadie creyó en mí, porque mis sueños fueron enmudecidos y yo los grité. Los grité tan alto que les hice un agujero en sus simples y carentes corazones.
¿Cuántas veces quisieron bajarme de mi nube? ¿Cuántas veces hicieron que mis ojos estallaran ensangrentados?
¡¿Cuántas?!
Y ahora que estoy más cerca, ahora que estallo en ira, que olvido la melancolía y rompo estas páginas escritas con tinta rosa, ahora sé que lo conseguiré.
Porque nadie creyó en mí y ahora es mi turno. Creeré en mí y cuando esté en lo más alto gritaré la verdad y me reiré de ellos a la cara.
Sí, me reiré de ellos como ellos ríen ahora.


Play for Today.

No es cuestión, no es cuestión de hacer lo correcto. Y no lo entiendo, que quieras justicia cuando lo único que siembras es temor.
No tengo por qué decir la verdad, quizás me llames mentirosa, realmente sé que no lo soy.  No busco falsas miradas de preocupación, pero sí una mirada que me hable con lealtad.
No estoy aquí por ti, no estoy aquí para satisfacer tus apetencias incoherentes. Realmente no te lo mereces.
No me pidas perdón, ambos sabemos que a estas alturas de poco sirve.
Piensas que no soy feliz en esta situación, pero es porque no sabes que me es indiferente.
¿Acaso crees que sigo actuando en esta estúpida comedia?

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas. (V)

                                            Un día de Septiembre tan gris como tu sudadera.
Amado desconocido:
Te echo de menos, te echo mucho de menos. Añoro cada día, cada mañana, cada farola encendida.
Echo de menos tu sonrisa, tus manos de uñas perfectas, tu pelo negro y tus dientes blancos. Esa suave y aguda voz y esa manera de andar.
Echo de menos tu camisa azul a cuadros y tus pantalones negros. Echo de menos tu pendiente en la nariz y tu mirada de incomprensión. Echo de menos tu sudadera gris y tu camiseta blanca y azul.
Echo de menos tu soledad y las ganas de abrazarte. Echo de menos tus ojos.
No sabes cómo me siento. No sabes lo que siento, me he confundido y no sabes cuánto me arrepiento.
Lo siento, pero te quiero.

Con terrible añoranza,
La chica de ojos verdes.


P.D: Por si no quedó claro, te echo de menos.


sábado, 24 de septiembre de 2011

Aquel crimen perfecto.

Bob Dylan.
11 de la noche de un viernes maldito.
Volvía a casa roto. Su corazón estaba hecho pedazos, jamás se reconstruiría otra vez. Tiene grabada en la mente la expresión de asco de ella. En sus oídos resuena su última palabra, un adiós amargo y gritado.
No entiende nada de lo que ha pasado, pero ya ha acabado. En su boca aún guarda el sabor de su último beso y en el pecho guarda el empujón que recibió al querer abrazarla.
Al entrar en su habitación, se sentó en la cama y empezó a beber.
¿Qué otra cosa podía hacer?
3 de la mañana. 
Tenía un vaso roto en la mano, jamás estaba vacío, siempre se rellenaba de vino. Era lo único que le ayudaba en aquellos momentos. 
En la otra mano sostenía una fotografía en blanco y negro. Sonríe al verla allí. Tan sonriente y joven. Era guapa y buena, muy buena. Quizás por eso ella lo abandonó, era demasiado buena y él, bueno, él era un desastre. Pero la quiso, la quiso con todo su corazón. 
Vuelve a rellenar el vaso del líquido granate y se lo bebe de un trago. Le duele, le duele mucho. Ya es la cuarta botella que vacía esa noche. Pero nunca es suficiente, aún la recuerda. 
Aquellos ojos negros bordeados de oscuras pestañas, aquel cuerpo esbelto y esos andares elegantes.
Otro trago más y vuelve a mirar la fotografía. Eran buenos tiempos, tiempos dorados.
De eso se dio cuenta demasiado tarde.
5 de la mañana.
No había querido dormir. En la habitación sonaba a todo volumen la música de Andrés Calamaro. Lloraba mientras bailaba, en el suelo había ya siete botellas vacías y tres vasos rotos. 
Ya no recordaba nada, no sabía ni donde estaba, aunque tampoco le preocupaba. 
Bendita borrachera, solución de aquel crimen perfecto.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas. (IV)

                                                Un día de Septiembre tan normal como los demás.
Amado desconocido:
Esto se merece una carta, una de estas cartas que jamás envío, una de estas cartas que guardo en cajones llenos de polvo.
Te he visto. Te he oído. He notado tu mirada encima de mí.
Sentimientos confundidos los que sentí al observarte. Miedo. Miedo de que me descubrieras tras esa muchedumbre. Nervios mezclados con extraña añoranza y sensación de vacío, aunque también pinceladas de alegría. Alegría al ver tus ojos profundos y oscuros perdidos, perdidos en otros ojos. No eran los míos. Eran los de ella, a la que observabas encandilado. Un beso sonó ente vosotros y entonces mi corazón derramó una lágrima. Una lágrima débil que resbalaba por mis entrañas penetrando hasta lo más profundo de mi interior.
Pero aún así, alegría. Triste, bella, dulce, antigua y soñada alegría.
Has vuelto, pero con ella. Te he visto, pero con ella. Has sonreído, pero a ella. Sigues vivo, gracias a ella.        

¿Sigue siendo esto que siento alegría?

Sin los sentimientos claros,
La chica de ojos verdes. 



martes, 20 de septiembre de 2011

Lost Wishes.

Deseos perdidos. Rosas marchitas y dulces moras negras. Susurros silenciados y canciones de amor.
Todo ello armonizado en un campo coloreado de un verde oscuro y arropado por un cielo estrellado.
Un cálido frío dueño de cada gota de rocío. Una pequeña flor doblada por el viento y una caricia viajante en el tiempo. Una voz tranquilizadora y una sonrisa rosada.
En el suelo hay una carta sin sello y en el cielo un poema de sentimientos.
Cantando al ritmo del aire un pequeño pajarillo y flotando en la transparencia un bello recuerdo.
Todo ello, bello u horrible, son deseos. Deseos ya olvidados, deseos perdidos.


Deseos jamás realizados.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Hello, I Love You.

Hola, te quiero. ¿No me dirás tu nombre?

The Doors- Hello I Love You.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas. (III)

                                                               Una noche cualquiera de un frío Septiembre.
Amado desconocido:
No estás. No hay ni rastro de ti por este lugar. Quizás ni siquiera existas ya, y yo no lo sé.
Se me vienen recuerdos a la mente de un bonito y alegre Febrero lleno de bufandas de colores y abrigos enormes. Ese Febrero frío y lluvioso lleno de paraguas rosas y miradas tímidas y soñadoras. Te quise, te quise tanto.
Hace casi dos años desde ese Febrero tan adorado y  desde esa primavera saltarina y parlanchina. Desearía que no hubiera acabado nunca.
Ojalá nunca te hubieras marchado, al menos podría sentir así que te tengo cerca. Ojalá nunca hubieras cambiado tu bonita camisa azul por esa gorra negra y blanca. Ojalá nunca hubieras dicho adiós, como yo lo dije entonces.
Ojalá sintieras como yo aún lo hago.

Con ganas de que vuelvas,
La chica de ojos verdes.


P.D: Seguiré esperando. Tengo ganas de tu perfecta sonrisa.

martes, 13 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas. (II)

                                                  Un lluvioso y nostálgico día de Septiembre.
Amado desconocido:
Hace un año estaba deseando verte de nuevo y hablar contigo si mi timidez lo permitía. Mañana estaré allí de nuevo como cada fría mañana desde hace dos años. Allí estaré sola y con sueño. Estaré continuamente mirando hacia la calle de la que solías aparecer. Estaré, además, esperando ver tu silueta acercándose torpemente hacia mí. Estaré esperando para que me ignores y pases de largo y esperes, como yo.
Sé que mi espera será en vano. Hace mucho que ya no apareces, hace demasiado desde que decidiste seguir otro camino. Aún así, te escribo esta carta para que sepas que yo estaré allí, esperando.
Este sentimiento no se olvida con tanta facilidad. Te echo de menos.

Con extraño e incomprensible amor,
La chica de ojos verdes.

P.D: Hace tiempo que sueño contigo por las noches. Siempre me despierto con las mejillas bañadas en lágrimas.

¿Por qué todas las canciones hablan de olvido?

Voy hacia ninguna parte, 
hace tiempo que he caído.
No recuerdo ningún amante, 
ningún susurro al oído.
¿Por qué todas las canciones hablan de olvido?
No he olvidado ninguna parte, 
ninguna señal de cariño.
Francamente, nunca lo he tenido.
¿Por qué todas las canciones hablan de cariño?
No hay ningún motivo,
ningún sentimiento cantante.
No hay ni una voz susurrante,
nada que quiera sanarme.
¿Por qué todas las canciones hablarán de olvido?

domingo, 11 de septiembre de 2011

Doing the Unstuck.

Hoy es el día perfecto ¿Acaso no lo ves? Hoy es el día que estabas esperando. Levántate y sal a la calle. ¿Qué más da que hora sea? Hoy es el día que tanto tiempo llevas soñando.
Sonríe y baila. Hoy es el día perfecto para que todos tus sueños se hagan realidad. Corre y salta. ¡No te quedes ahí parado! Hoy es el día perfecto para desmadrarse, para reír.
Arranca esa triste mirada de tu bella cara. Rompe todos los recuerdos, todas las fotos que hablan de melancolía y nostalgia.
¿Acaso no lo ves? Que puedes hacerlo realidad, tú puedes huir, salir de esta trampa. Corre con el viento, logra todos tus objetivos.
¿Acaso no lo sabes? Estás equivocado. No es tarde, nunca lo será. Puedes hacerlo y sé que lo deseas. Sal de tu cueva y rompe las reglas. Cumple tus sueños.
Y cuando ya te alejes volando con tus alas, ríete de ellos a la cara. Y cuando huyas, despídete de todo con un sonoro beso.
Sé feliz.
 

P.D: Gracias a The Cure por esta maravillosa canción. Nunca es tarde para hacer tus sueños realidad. Gracias.

Catch.

Intentaba atraparte, aquellas mañanas nubosas y frías. Te veía caminar, tan tierno y dulce. Lleno de esa incomprensión atractiva y azucarada.
Sonreía al verte pasar y olvidaba que no eras para mí. Al verte alejarte corría alegre detrás de ti olvidando por completo las espesas nubes que se cruzaban en mi camino. 
Quería atraparte y estrecharte. Acariciar y besar cada parte de ti.
Cada noche pensaba en ti, sonriendo llenaba mi almohada de palabras en las que  inyectaba obsesión y locura con un poco de estúpida timidez. Cada noche me preparaba para la mañana siguiente en la que te volvería a ver entre colores y flores de empalagoso olor. 
Y cada mañana te veía tan blandito como un peluche y tan extraño como Júpiter. Te quería comer, devorar.
No me daba cuenta del que tiempo pasaba y con él las oportunidades se iban. No sabía que no volverías. 
Quise atraparte, devorarte y estrecharte, pero apenas pude hablarte. Quise soñarte, pensarte y alcanzarte pero ¡Ni siquiera conozco tu nombre!

viernes, 9 de septiembre de 2011

Party.

Era una fiesta. Una fiesta un tanto peculiar. No había globos de colores, ni serpentinas voladoras, ni kilos y kilos de confeti. Tampoco había mesas repletas de comida ni sillas en las que sentarse. No se oían risas ni gente hablando. Pero aún así era una fiesta. Si quieres mi opinión era una fiesta preciosa.
Una dulce melodía llenaba la sala, era sobrecogedora. Mis ojos estaban inundados en lágrimas y un nudo en la garganta me provocaba esa sensación tan agradablemente incómoda.
No había mucha gente, en realidad sólo estaba yo. Pero que sólo esté yo, no quiere decir que estuviera sola.
Cerca de la puerta vagaban mis ilusiones, hablaban acaloradas entre susurros. Al lado de la ventana yacían mis miedos, tranquilos, con esa maliciosa mirada en sus ojos negros.
Más lejos aún, bailaban mis sueños, se movían al son de la dulce melodía, esperanzados y sonrientes.
Mis recuerdos, grises y arrugados, me seguían cantando al unísono una vieja canción.
Mis secretos volaban traviesos y cantarines, se escondían detrás de los recuerdos esperando ser descubiertos pero mis miradas les hacían volver al armario.
No era una fiesta habitual, pero era una gran fiesta, de eso no había ninguna duda.







jueves, 8 de septiembre de 2011

Trust.

No hay nadie a quién yo pueda abrazar, sólo estás tú.
 Tan lejos y a la vez tan cerca, inundas tu camino con lágrimas que hablan de olvido. Se te ha olvidado sonreír, ya no sabes que hacer con tu vida. Caminas susurrando palabras de amor, palabras que nunca nadie te dedicó. Sabes que no hay nadie más, sólo estás tú. Tú con tu vida, bailando un baile para dos sin encontrar con quién.
Si al menos hubieras creído en ella, quizás pudieras saber más, encontrar la forma de salir.
Recuerdas sus verdes ojos y sus pestañas, de ellas colgaban gotas de lluvia. Quieres volver atrás y deshacer el camino que tú marcaste. Deshacer ese camino ahora inundado.
Te encuentras solo. Sabes que nadie te quiere, salvo esa chica, una pequeña chica de ojos verdes. Salvo esa chica, nadie más desea abrazarte.
Salvo esa chica nadie más desea conocerte, salvo esa chica nadie más sabe quién eres.
¿Por qué no sólo crees en mí?


miércoles, 7 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas (I)

                                                               Un nostálgico día de Septiembre.
Amado desconocido:
Sé que fue un error. Tú también lo sabes. Hace mucho tiempo de eso. Hace mucho tiempo que pasó aquello. Desearía cambiarlo.
Desde entonces por mi cabeza han pasado muchas ideas y formas de arreglarlo pero mi corazón se ha negado. Sinceramente, le entiendo bien. No quisiera que se dañara más. Pobre masa de sentimientos, está realmente confundido. Espero que algún día todas sus heridas cicatricen.
Si tan sólo pudiera verte de nuevo. Quizás pronunciara, entonces, las palabras adecuadas. Sólo quizás, si te viera de nuevo, podría permanecer un segundo en tu mente.
Sólo quizás.

Con incomprensible amor y añoranza,
La chica de ojos verdes.
                                                                                   

lunes, 5 de septiembre de 2011

Homesick.

Mirar tus ojos es sinónimo de olvido y es que no puedo hacer nada más. Nada que no sea observar como caen las notas musicales que un día dibujé para ti.
Sentir que este mundo se parte en dos y que lo único que quedará será una dulce sonrisa que añora tiempos de alegría.
Olvido entonces como moverme y hacia dónde debo ir. Camino de la mano de un recuerdo que me olvida a menudo y que piensa demasiado en el pasado.
El recuerdo que me guía siempre quiere llevarme a casa, aunque sabe desde hace mucho tiempo que no tengo hogar.
No pretendo que lo entiendas, que me entiendas. No pido que al leer esto sepas a que me refiero. En estos días que corren lo único que deseo es una mano amiga. Una dulce sonrisa que no me hable de nostalgia.

January.

Voy descompasada,
y el tiempo se me acaba.
Ya sabía que pasaría,
que esta fortaleza se derrumbaría, 
que este corazón se rompería,
que este vacío me llenaría.
Estoy apagada, 
cansada, abrumada,
borrada y olvidada.
Nadie quiere recordar,
todos prefieren olvidar.
Olvidar y empezar,
olvidan que existo.
¡Empiezan y no cuentan conmigo!
¿No saben que aún vivo?

viernes, 2 de septiembre de 2011

Photography.

No me gusta la fotografía. No me gusta sacar fotos ni ver fotos. Me aburren.
Pero desde hace un tiempo, es lo único que hago. Ver fotos. Observo fijamente fotografías sacadas hace demasiado tiempo. Miro a la gente que aparece en ellas, contemplo con detenimiento cada rasgo y añoro cada vez más aquellas sonrisas y esas caras. Han cambiado, ya no son lo que eran. Algunos cambios son positivos, en cambio otros...
Pero lo que más me gusta es ver tus fotos. Tan inocente y dulce. Tú también has cambiado. Lo sé.
Pero por mucho que cambies, seguirás siendo una vieja canción que suena y suena en mi habitación. Una dulce caricia del viento. Una gota de lluvia en verano. Un chicle de menta. Un libro leído en un autobús público. Una foto tamaño carnet mojada de lágrimas. Una vieja canción que suena y suena en mi habitación.


jueves, 1 de septiembre de 2011

Happiness.

Sonreír y ser feliz algunos días es demasiado complicado.

                                                         Hoy no es de esos días.