lunes, 5 de septiembre de 2011

Homesick.

Mirar tus ojos es sinónimo de olvido y es que no puedo hacer nada más. Nada que no sea observar como caen las notas musicales que un día dibujé para ti.
Sentir que este mundo se parte en dos y que lo único que quedará será una dulce sonrisa que añora tiempos de alegría.
Olvido entonces como moverme y hacia dónde debo ir. Camino de la mano de un recuerdo que me olvida a menudo y que piensa demasiado en el pasado.
El recuerdo que me guía siempre quiere llevarme a casa, aunque sabe desde hace mucho tiempo que no tengo hogar.
No pretendo que lo entiendas, que me entiendas. No pido que al leer esto sepas a que me refiero. En estos días que corren lo único que deseo es una mano amiga. Una dulce sonrisa que no me hable de nostalgia.

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