domingo, 11 de septiembre de 2011

Catch.

Intentaba atraparte, aquellas mañanas nubosas y frías. Te veía caminar, tan tierno y dulce. Lleno de esa incomprensión atractiva y azucarada.
Sonreía al verte pasar y olvidaba que no eras para mí. Al verte alejarte corría alegre detrás de ti olvidando por completo las espesas nubes que se cruzaban en mi camino. 
Quería atraparte y estrecharte. Acariciar y besar cada parte de ti.
Cada noche pensaba en ti, sonriendo llenaba mi almohada de palabras en las que  inyectaba obsesión y locura con un poco de estúpida timidez. Cada noche me preparaba para la mañana siguiente en la que te volvería a ver entre colores y flores de empalagoso olor. 
Y cada mañana te veía tan blandito como un peluche y tan extraño como Júpiter. Te quería comer, devorar.
No me daba cuenta del que tiempo pasaba y con él las oportunidades se iban. No sabía que no volverías. 
Quise atraparte, devorarte y estrecharte, pero apenas pude hablarte. Quise soñarte, pensarte y alcanzarte pero ¡Ni siquiera conozco tu nombre!

No hay comentarios: