viernes, 16 de septiembre de 2011

Cartas jamás enviadas. (III)

                                                               Una noche cualquiera de un frío Septiembre.
Amado desconocido:
No estás. No hay ni rastro de ti por este lugar. Quizás ni siquiera existas ya, y yo no lo sé.
Se me vienen recuerdos a la mente de un bonito y alegre Febrero lleno de bufandas de colores y abrigos enormes. Ese Febrero frío y lluvioso lleno de paraguas rosas y miradas tímidas y soñadoras. Te quise, te quise tanto.
Hace casi dos años desde ese Febrero tan adorado y  desde esa primavera saltarina y parlanchina. Desearía que no hubiera acabado nunca.
Ojalá nunca te hubieras marchado, al menos podría sentir así que te tengo cerca. Ojalá nunca hubieras cambiado tu bonita camisa azul por esa gorra negra y blanca. Ojalá nunca hubieras dicho adiós, como yo lo dije entonces.
Ojalá sintieras como yo aún lo hago.

Con ganas de que vuelvas,
La chica de ojos verdes.


P.D: Seguiré esperando. Tengo ganas de tu perfecta sonrisa.

No hay comentarios: