viernes, 2 de noviembre de 2012

Why can't we make this darkness feel like home?

Rompo palabras. Casco sílabas. Crack y ya ha muerto una más. Es fácil matar palabras, tan fácil casi como matar sentimientos, como aniquilar perdones e ignorar un "¡Sálvame, sálvame que yo no puedo!"
Yo cada día mato unas cuantas palabras, las estrujo, las espachurro y las exprimo. Nunca me convencen del todo, no sé, creo que no soy capaz de juntarlas de la manera apropiada. 
Debería saber crear belleza con ellas y lo único que consigo es lo equivalente a torpes pasos de baile realizados una noche de domingo, cuando estás solo, cuando nadie quiere bailar contigo.
Quizás deba sentirme culpable por ser la asesina de tantas palabras, pero más bien me creo víctima. ¿Cuántas palabras me han matado a mí en noches frías y suaves? ¿Cuántas palabras se han clavado en mí dejándome sin respiración, ahogándome, impidiéndome sentir? ¿Cuántas palabras más acabaran por derrotarme?
Las palabras también pueden ser malvadas, terriblemente malvadas y si lo son es porque son, a su vez, increíblemente bellas. Las palabras son las sirenas a las que todo marinero de versos debe temer. Las palabras son las causantes de que el mundo sea cómo es. Son las causantes de que las ideas y las ilusiones pueblen el mundo. Da igual cuál sea su procedencia, da igual cuál sea su intención. Sin palabras no seríamos nada. Nada.


Corro, atravieso vientos y tormentas para llegar cerca de ti. Navego por bosques llenos de vida, abarrotados de muerte. Me empapo con la lluvia y me abrazo a la idea de que ella no te haya dañado. 
Noto en los huesos la humedad del otoño, noto en el pelo los nidos de las golondrinas y en los ojos la falta de sueño. Me duelen lo oídos de tanto silencio. Me duele la voz de tantas cosas por decir que todavía no he dicho.
Grito tu nombre, me ahogo con palabras que me causan arcadas y me clavo en el corazón sílabas rotas y fonemas acribillados. 
¡Sálvame, sálvame que yo no puedo! ¡Sálvame, sálvame que me matan las palabras que no te he dicho!



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando hago mi recorrido por todos los blogs que sigo, el tuyo siempre es el último porque me gusta dejarme lo mejor para el final. Me tienes enamorada, el día que dejes de escribir, una parte de mi sueño por escribir morirá, sé que parece exagerado, pero es que lo haces tan bien…
Yo soy de las que piensa que las palabras matan, vamos que me considero una víctima más. Y las peores son las palabras que no se dicen, porque se quedan dentro, y dentro lo único que hacen es matarte, matar a tus sueños, a tus ilusiones y al final a ti, aunque es una tontería, porque al matar tus sueños ya te das por muerta, aunque solo sea mentalmente, ya que físicamente no importa mucho, porque no somos eternos.
Abrazos, besos… suerte en esta vida joder, que me has emocionado *_*
P.D-> me encanta ser el primer comentario de algo tan... bonito, lo quiero copiar y pegar, imprimir y pegarlo en algun sitio especial.

Elisa Sestayo dijo...

Es cierto que algunas palabras matan, pero las tuyas en este caso me han salvado.

No sé cómo agradecerte todo lo que has escrito. De verdad, muchísimas gracias. No sabes cuánto significan para mí tus palabras.

Un abrazo y mucha suerte a ti también, que también que me has emocionado, y mucho.

<3