sábado, 1 de diciembre de 2012

Versos para el musgo de tus ojos.

Podría besarte, nada pasaría.
No se detendría el tiempo, no bailarían lo azulejos de la cocina. 
Podría besarte, acariciarte. 
No sentiría calor, no existiría la esperanza que otorgan las luces eternas. 

Podría mirarte, perderme en tus pupilas. 
Nada cambiaría. 

Podría atrapar el gris de tu mirada, convertirlo en verso.
Callar las noches del silencio,
hacer hablar a las ranas,
robar al imposible su prefijo.

Podrías besarme, escribirme una poesía.
Nada cambiaría.

Quisiera perder la nostalgia,
enterrarla en el musgo de tus ojos.
Que no sonaran más pianos,
más soledad embotellada.

Podría dormir a tu lado, enredarme en tus pestañas.
Nada cambiaría.

Podría encerrar cielos nublados en un corazón,
desencadenar los más brutales oleajes,
arrodillar Gijón ante tus pies,
vaciar miradas de pena.

¡Podría susurrar a los árboles, que me escucharan,
adormilar el júbilo de una sonrisa,
apagar todas las luces al miedo,
beber las lágrimas del mundo!

¡Podría convertir todas las miradas en tristes,
saciar la sed de los enamorados,
enamorar a los sin corazón,
resucitar la alegría de los sollozos!

Podría, lo haría.
Nada cambiaría.




2 comentarios:

alvarobd dijo...

Genial, como siempre. Me gusta que pruebes con los versos, ya que la poesía ya estaba presente en todos tus textos.

Un saludo, distinta.

- dijo...

Como me apena haber dejado en su día de escribir poesía. Ahora leo esto, y me corroe la envida (pero sana ;)).
No, ahora en serio. Me ha encantado. Y me ha hecho sentir una extraña amargura. "Podrías besarme, escribirme una poesía. Nada cambiaría".
¿Eres consciente de lo frágil y precioso de tus letras? Poca gente lo es. Dudo que tú lo seas. Y seguramente que yo te lo diga no hará que te sientas más orgullosa de lo que escribes. Los escritores tendemos a menospreciar lo propio. Pero no deberías, Elise :)
<3