viernes, 6 de julio de 2012

Sueños caídos de tu mirada.

Como una pequeña y dulce margarita al límite del precipicio formado por su llanto sonoro y triste. Como una dulce y melodiosa voz que hace sonreír. Y así, con miles de sonrisas y canciones bonitas, un piano abandona el mundo y  una nota flota entre tus silencios. En tu cabeza sigue siendo primavera, la torpeza cansada te habla y una mirada reluciente susurra palabras de amor a la luz de una luna que se refleja en el espejo de una sonrisa. Un pajarito indefenso se atreve por fin a anidar en tu pelo. Y así despiertas, con nudos y enredos en el cabello. Te miras en el espejo, ya no sonríes y te desenredas el cabello. Te miras en el espejo, ya no sonríes y se te cae un sueño. Te miras en el espejo, ya no sonríes y tus ojos forman recuerdos. Te miras en el espejo, ya no sonríes.
Al otro lado de la ventana del baño cantan los ruiseñores, las mariposas duermen preciosas y las flores mueren cansadas después de otra primavera. Miras distraída a través de ella, y no te percatas de toda la vida que hay ahí fuera, no te percatas de los escarabajos pianistas, ni de los grillos bailarines o de las libélulas cantantes. ¿Ya no hay en tu corazón un hueco para la naturaleza más viva? ¿Ya no hay en tu mirada un sueño que te haga reír? 

Callas a la noche después de un día más que consumió tu grandeza. Y te vuelves a mirar en el espejo. No alcanzas a ver más allá de unas grandes ojeras, dos enormes ojos color rana y una pequeña nariz. Y como siempre, te olvidas del cri cri incesante de los grillos, de la despedida de los escarabajos y de las ruidosas melodías de las libélulas y mariposas. Te acuestas. ¡Y vaya! Se te ha caído otro sueño. Ya has bajado la persiana, ya has ignorado a la Luna que te cedió su tiempo escuchando tus llantos. También das la espalda al té caliente que espera en la mesita de noche, a la carta que te robó tu primer suspiro y a la película de tu vida.
Ya no es novedad que no sonrías, que odies el enredo de tu cabello, que no cuides tus deseos. Ya no es novedad por aquí que pierdas el sueño, la esperanza y la dulzura. Ya no es novedad, pequeña, que olvides cada noche el sabor de mis palabras en tu boca. Ya no es novedad que te hayas olvidado de vivir.


6 comentarios:

alvarobd dijo...

Qué cabeza, olvidarse de vivir... jajajaj. No, a veces nos olvidamos de la magia que hay a nuestro alrededor, a veces olvidamos nuestros sueños, nos sumimos en una rutina de la que es difícil salir.
Espero que si algún día olvidas la magia de las palabras, si algún día no recuerdas tus sueños, consigas salir de ese estado. El mundo necesita magia y necesita soñadores, y no nos podemos permitir perderlos así como así.

María Baz dijo...

Genial. :)
¡Nos leemos!

Marina dijo...

Vaya, eso suele pasar. Estás a lo que estás y no miras alrededor. Como si estuvieras entre dos altos muros que no te dejan ver el exterior. Un mundo para ti sólo, pero un mundo en el que no estás cómodo. Genial (una vez más)

Marina <3

A. dijo...

Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos, éste sigue siendo un hermoso mundo. Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz. Pero nunca podrás ser feliz si no asumes la incompletud y el vacío que todos tenemos dentro. Somos como pozos sin fondo, que sólo por momentos parecen llenarse y rebozar, pero su estar lleno es muy efímero y enseguida vuelve la oquedad.

Imaginativa dijo...

Tienes un blog que desborda sentimientos en cada rincón, sentimientos que no se suelen apreciar fácilmente. Me alegra haber aterrizado por aquí.

Un saludo.

Elisa Sestayo dijo...

Gracias a todos por comentar <3