domingo, 9 de diciembre de 2012

"No pares de sonreír, no te vayas aún."

Se rompe, se rompe, se rompe y no lo puedo evitar.
¿Puedes tú callar la tristeza sin llorar?
¿Puedes tú estrangular mi miedo con un abrazo?
¿Puedes tú, puedes?

Cae la noche, la magia desaparece.
Ya no queda alcohol, ni música hortera.
Sólo estamos tú y yo sumidos en un baile de miradas,
sumidos en un adiós que no llega,
en un sentimiento que no regresa.

"Quiéreme, quiéreme más.
No pares de sonreír, no te vayas aún.
Prométeme un nunca jamás,
un nunca jamás sin ti."

Te veo reír, te quiero tanto.
Te veo reír, te aborrezco tanto.
¡Te veo reír y se me cae un sueño!

Pero dime ahora que no nos escucha nadie,
dime qué sientes. Qué hay ahí, dentro de ti.
Dime qué sientes cuando me ves,
cuando me imaginas frente a ti.

Pero dime ahora que todo se ha roto,
dime ahora si podrías tú estrangular mi miedo.
Si podrías tú callar mi tristeza.
Si podrías tú abrazarme...

...Y detener el tiempo.


1 comentario:

Ana Martín dijo...

El tiempo lo detienes tú cada vez que escribes, cada vez que te superas. Eres increíble.