miércoles, 4 de enero de 2012

Oh, my sweet love!

Ser dulce como las virutas de chocolate que se escapan de tu mirada. Ser viento y volar con las hojas perdidas, que se olvidaron de caer en otoño. Quisiera poder ascender, navegar por el cielo cubierto de nubes blanquecinas y esponjosas.
Jamás he deseado que ese chocolate tan azucarado se derritiera en tu boca, pero el calor asfixiante ha hecho de las suyas de nuevo.
Ni siquiera la belleza de las palabras que me dedicaste en la distancia sobreviven cuando este silencio mata.
Ni siquiera en los meses más fríos del año puedo llegar a ver tus lágrimas hechas hielo.
El viento incesante golpea contra la ventana de mi mirada que suavemente se convierte en agua, que lentamente sonríe hecha lágrimas.
Pudiera, quizás, si tu dulzura impecable rompiera este silencio dedicarte mis palabras. Susurrar que aún así, aún a pesar del dolor, de las notas del piano viejo que descansa en la esquina llena de polvo, aún a pesar de que no seas para mí. A pesar de que estas palabras no sean leídas por tus ojos cansados.
A pesar de esto y de todo, anhelo acariciar tu mejilla. Sonreír al verte reír.
Pudiera, quizás, decirte que eres importante para mí.
Tanto como la intensidad del color de tus verdes ojos, tanto como la fuerza de la lluvia en esta noche de Enero.
El piano ha enloquecido en la oscuridad de esta tristeza tan desconcertante y las lágrimas tímidas han aparecido. Trajeron consigo las ganas de sentirte cerca y el miedo a tu rechazo.
Las fresas que formaban tu boca en las mañanas de verano han resistido a la caricia del invierno.
Ojalá yo también pudiera.
Pero ya se sabe, cuando la tristeza aprieta y tus ojos sorprendidos asoman, ni siquiera las fresas, ni siquiera tu chocolate, el que se derrite en tus labios descendiendo desde tu mirada, ni siquiera la caricia fría son capaces de diluir esta sensación de añoranza e ilusión.
Quizás sea yo, pero Enero es más frío sin tu película favorita, sin olor a palomitas.


Me enamoro tan fácilmente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta entrada me ha fascinado, realmente me encanta.
Creo que ya sé porque me gustan tanto tus entradas, tengo la vaga sensación de que cada vez que las leo encuentro una parte de la yo perdida, que se rompió de pequeña y que ahora vuelve a recomponerse poco a poco.
Tus palabras son hermosas Elise, me gustaría hacer algo para ayudar al mundo a encontrarte, porque ellos no saben lo que se están perdiendo.
En mi opinión tus entradas y tus palabras son mucho más bellas que cualquier libro escrito, que cada entrada es una nueva historia, historias en las que te puedes encontrar y ser feliz por encontrarte, pero sobre todo disfrutar, disfrutar de este sitio, de este salón de baile donde las parejas nunca se rompen y los muertos nunca paran de bailar. De este lugar en el que siempre hace frío, donde siempre nieva y hay algo de niebla, amo este lugar Elise, me encanta.

Elisa Sestayo dijo...

Normalmente tus comentarios me dejan sin palabras, pero este es especial porque me ha hecho llorar ^^
Me he emocionado porque para mí, esto es un sueño. Para mí, leer tus palabras de apoyo y gratitud al leer lo que escribo es un sueño hecho realidad.
Es realmente increíble que alguien piense así de lo que escribo, me encanta. Me ilusiona, siempre que haya alguien dispuesto, como tú, a leerme escribiré. Escribiré siempre.
No encuentro palabras para mostrar mi euforia y gratitud, así que me limitaré a darte las GRACIAS de nuevo, Lilii, gracias de todo corazón.

Un beso enorme,
Elise. <3