viernes, 21 de octubre de 2011

Cansancio.



Vale, me rindo. Ya está. Estoy cansada de resguardarme bajo un paraguas imaginario que me ayuda a esquivar las lágrimas inevitables.
No quiero más.
No quiero pensar si A o si S, si N o si A. No quiero pensar en las ventajas e inconvenientes, romperme la cabeza y de paso el corazón.
Me rindo, aquí me tienes, llorosa y sincera. Aquí estoy, con el corazón desnudo.
Has derribado mi fortaleza.
¡Dichosas palabras bonitas al anochecer! ¡Dichosa alegría al leerte!
Me has confundido de nuevo. Me has hecho recordar que existe.
Pero lo peor es que me has hecho recordar lo mucho que le extraño y lo poco que me quiere.

Ojalá no fuera tan tímida. Ojalá la suerte me diera otro beso de esquimal, una última oportunidad.



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