domingo, 18 de marzo de 2012

I hate Sundays, I really hate Sundays.

Te recuerdo bien. Tenías unos grandes ojos color chocolate, unos grandes ojos que envolvían con su calidez y miraban curiosos y sorprendidos a su alrededor. Tus ojos estaban bordeados por unas grandes pestañas oscuras y encima de ellos, unas perfectas cejas se curvaban elegantes y naturales.
Tu nariz era grande y recta y de perfil resultaba encantadora y masculina.
Tu boca, bueno, tu boca era de otro mundo donde no existe lo horrible y lo feo. Tu boca era pura magia mezclada con menta y alegría. Era pequeña y tus labios eran carnosos y sensuales y parecían coloreados por un beso rosa y dulce. Tus labios sobresalían un poco de tu rostro y permanecían totalmente rectos cuando estabas serio, en cambio, cuando se curvaban para sonreír, eran maravillosos y bellos y dejaban ver una blanca y alineada dentadura. 
Recuerdo que me encantaba tu sonrisa y que te miraba esperando que sonrieras y poder así admirar tu belleza. Sin embargo, lo hacías poco y cuando lo hacías jamás era yo el motivo.
Y cuando fumabas, oh, cuando fumabas tus labios producían en mí un incontrolable deseo de ser contigo. Cuando fumabas los poros de mi piel gritaban con ganas de acercarse más a ti. 
Tu cabello era negro, muy negro y muy brillante. Tu pelo era sedoso y nuboso, apetecía perderse en cada uno de tus pelos y respirar su aroma a champú y gomina.
Tus piernas eran cortas y no demasiado delgadas. Al andar, se movían de una forma muy graciosa y tus pies, siempre enfundados en unas Vans gastadas, se movían ágiles y gráciles, como los de un bailarín.
Tu cuerpo era grande y robusto, pero aún así se parecía al de un niño y, al menos a mí, me producía unas terribles ganas de abrazarlo.
Tus brazos eran bonitos, muy bonitos. 
Tus manos eran grandes y tus dedos eran finos y largos con unas uñas cuidadas y largas. Tus manos eran como deben ser las manos de un guitarrista como lo eras tú,  perfectas y suaves. Dulces y cálidas.
En tu muñeca siempre había una goma de pelo negra. No quiero pensar de quién era, si es que era de ella.
Tu piel era morena, pero de un moreno diferente al que se suele ver. Tu piel era de un moreno cálido y luminoso, acorde con tu mirada.
Olías tan bien. Tu aroma era una mezcla de menta y tabaco, de ropa limpia y champú. No creo que olvide jamás ese olor tan amoroso.
Como ves, te recuerdo muy bien. Sí, tu recuerdo no se muda, no se va, no emprende el vuelo, no se derrite, no se difumina, no se esfuma con la misma facilidad que tú. Risa nostálgica. Tú siempre fuiste tan imprevisible, tan hermoso y oscuro. 
A veces, cuando el frío calaba en mí, me gustaba pensar que provenías de las estrellas y que me amabas, pero callabas. Me gustaba pensar que algún día despertarías y descubrirías mi mirada fija en ti, que descubrirías esa melodía triste que cantaba mi boca cuando te veía.
Ahora sé que fue una tontería, un imposible con aroma dulce.
Recuerdo tantos momentos, tantas cosas. Ojalá fuera capaz de escribir todos y cada uno de los recuerdos que almaceno de ti. Cada anécdota, cada pensamiento y sentimiento, cada miedo, cada sonrisa, cada paseo y cada lloro.
Me gustaría guardar todo en un tarrito, taparlo con fuerza y contemplarte dentro del tarro sin que me dolería así el recuerdo. Poder verte siempre que quiera sin que duela.

Te echo de menos, echo de menos todo de ti. 


Pido perdón por esta entrada, pero la necesitaba.
Tanto como  a ti.
¿Por qué lo habré escrito todo en pasado? ¡Maldito subconsciente, no me mandes señales!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me recuerda a alguien, aunque es una tontería, porque para recordar a alguien primero no tienes que estar pensando en él…
Me encanta la minuciosa descripción de cada detalle de esa persona, a la vez tan física, como también tan sentimental, esa mezcla me hace querer volver a leerlo.

Elisa Sestayo dijo...

¡Muchas gracias! <3
Es curioso que te recuerde a alguien, sí...

Un beso y gracias por leer. :D

The Gossip Eye dijo...

En referencia al título...
Cuando te pasa algo relacionado con el corazón los domingos siempre son el peor día de la semana, no sé por qué... A mi también me ha pasado eso de odiarlos.

Y en referencia al texto...
MARAVILLOSO. La descripción tan minuciosa de esa persona, cada detalle, hace que lo imagine como si lo tuviera delante.

Es bonito que recuerdes tantas cosas de una persona, incluso las más insignificantes. Pero es triste el tono en el que está escrito...

Igualmente, me encanta, y de verdad, se te dan genial las descripciones :)

m u a a a k

PD. La canción me ha encantado! <3

Chica de verano. dijo...

Como siempre, más que perfecto *-*

Elisa Sestayo dijo...

¡¡Muchísimas gracias a las dos, muchíííísimas gracias!! :DD

Besos <3

Anónimo dijo...

Elise :)
El desamor es triste, solitario y doloroso, pero en momentos como esos, en los que recuerdas tan minuciosamente a la otra persona, se vuelven bonitos :D
Cuando estás enamorado, aunque sea doloroso, si el amor está ahí, siempre será bonito ^^
me ha gustado mucho este texto, tengo la sensación de que he entendido un poco más de ti, de tu personalidad y de tus sentimientos ^^
Sigue así, unbeso

Elisa Sestayo dijo...

Lilii :')
Muchas gracias, de verdad. Necesitaba unas palabras como estas hoy para alegra el día.
Tienes razón, mucha razón. La tristeza del desamor es muy bonita, sino doliera tanto... Jaja

Un beso enorme y gracias de verdad, me has hecho sonreír y créeme, lo necesitaba :D
<3