lunes, 24 de octubre de 2011

Desvaríos producidos por un tardío otoño.

Y los pajaritos cantan en la penumbra de esta velada nocturna.
Yo y conmigo nos lo estamos pasando realmente bien. Canción por aquí, canción por allá, una chuchería infantil y una herida en el labio inferior.
Estoy esperándote, pero no das señales de vida. Tenía la esperanza de que tus palabras rompieran esta agradable reunión de sentimientos.
No lo han hecho.
Lo extraño es que los pajaritos siguen cantando. Me asomo a la ventana, y observo durante unos segundos, atenta a cualquier signo de que un ave aparezca.
No lo hace.
Sólo el viento que revuelve las melenas de ese árbol casi calvo y un nostálgico aroma a castañas asadas.
Otoño.
Es posible, al fin y al cabo que imaginara el canto de esos risueños pajaritos. Es extraño ¿verdad?
¿Decías algo, conmigo?

Photography Images


Sé fuerte. Te quiero.


4 comentarios:

Rafael de la Rosa dijo...

Me ha gustado mucho :)
Adoro el otoño (sé que no viene mucho al caso pero aprovecho y lo digo). Y me ha gustado mucho la forma en la que utilizas a "conmigo"... es una manera acompañada de demostrar la soledad...
Un beso ^^

Elisa Sestayo dijo...

Muchas gracias, yo también adoro el otoño.

Me alegra que te gustara, y "conmigo" también se alegra ^^

Un beso <3

Rafael de la Rosa dijo...

ups! qué mal educado! Te he mandado un beso sólo para ti! Dale uno a "conmigo" de mi parte :)

Elisa Sestayo dijo...

Jajaja :)