miércoles, 23 de noviembre de 2011

Como los soñadores que no quieren despertar.

Viajando de un lugar a otro, sumergiéndome en las sábanas que aún huelen a lágrimas de felicidad.
Bailando con las musas que no acuden a mi llamada, la soledad observa escondida entre las páginas de ese libro cansado de dormir en una estantería llena de polvo.
El olvido susurra desde las profundidades de la música que suena, la belleza se encuentra entre las palabras que trato de escribir.
Su mirada a través del cristal, diciéndome "Ya sabes que estoy aquí para todo, para siempre"
Es cierto, no miente.
Los sueños que vuelan y saltan entre mis respiraciones y palabras murmuradas en sueños.
El olor a champú y el frío en una habitación cálida. Sí, sigo teniendo frío. ¿Me prestarás tu chaqueta? 
El autobús que huye y mis pasos que se adelantan a los de esa anciana señora que camina sin dirección.
El mar enfurecido que te grita: "¡¡Lucha, lucha!!"
Y pienso en aquella tarde de verano entre mantas y estornudos fingidos. Aquella tarde triste llena de amores jamás correspondidos, de eso sabe mucho la Señorita Rock n' Roll. Pregúntale, quizás te cante una canción.


Ya sabéis, cosas, desvaríos, locuras de soñadores que no quieren despertar. Sus miradas se clavan en nosotros, sentíos orgullosos, somos diferentes. 









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